viernes, 26 de junio de 2009

TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD

1. PERSONALIDAD
1.1 Concepto y desarrollo de la personalidad
Personalidad:
Concepto General: Conjunto de características de cada persona que la hace distinta de los otros. Las cualidades que la constituyen son: rasgos físicos, psicológicos, aptitudes, emociones, habilidades, inteligencia, herencia, temperamento, no obstante desde su evolución, la personalidad se constituye como un proceso único de los pensamientos, sentimientos y conductas del individuo que comprenden y persisten en el tiempo y en diversas situaciones.
Personalidad se deriva del latín persona, que refiere a la máscara que utilizaban los actores en una obra, (características externas y visibles de nosotros)…
Como se desarrolla la Personalidad
- Lo que vamos a estudiar son las fuerzas y factores que le dan forma.
- Después de analizar en que consisten, como se desarrollan y cual es su situación actual; evaluaremos su utilidad para dar respuesta a nuestras preguntas y así contribuir a la comprensión del desarrollo de la personalidad.
- Todos los teóricos aportan piezas a un enorme rompecabezas y por lo tanto, estudiar sus ideas a pesar de que algunos conceptos tengan décadas de antigüedad, nos da una imagen más clara y completa de lo que somos.
1.2 ¿Cómo se establece una teoría?
Partimos de dos verdades:
- Verdad Epistemológica: Coincidencia entre lo que pienso de algo y lo que ese algo es realmente.
- Verdad Moral: Lo que piensa, lo que digo y lo que haga.
Para llegar a la teoría utilizamos el método científico;
Observación: Compilación de datos. Busca definir los conceptos de tal manera que puedan ser establecidos y comprobados en términos de operaciones repetibles y concretas.
Hipótesis: Interpretación provisional de datos, se acepta de antemano que es verdad.
Postulados: hipótesis sobre la cual construimos otras hipótesis (fundamenta una demostración).
Constructo: Componente hipotético del comportamiento, como un rasgo o motivo. Énfasis en la construcción de la explicación de algo. Ejemplo: si un nuevo instrumento mide la ansiedad, lo comparo con medidas establecidas estandarizadas, si la correlación es elevada, entonces se dice que el instrumento si mide la ansiedad).
Hipótesis en investigación social
Descriptiva: Señalan la presencia de ciertos hechos en la población objeto de estudio.
Descriptiva que relacione 2 o más variables, en forma de asociación: Causa – efecto
Manejan 2 o más variables en términos de dependencia: Permiten predecir y explicar con determinados márgenes de error los procesos sociales.
Experimentación: Poner a prueba la hipótesis por el método experimental que se basa en hechos, experiencias, laboratorios, etc.
Generalización: Son las ideas relativas.
- Sistemas: Organización, subordinación, jerarquización.
- Teorías: Se basa en establecer la relación entre hechos observables.
- Metateorías: Creencia de tipo filosófico o científico en donde sus ideas se debaten y no se discuten.
1.3 Métodos experimental, correlacional y estudio de casos
Método experimental:
Consta de la variable independiente, dependiente, grupo experimental y control.
Método correlacional:
Técnica estadística que mide el grado de relación entre dos o más variables, el lugar de manipular una variable existente; tratan con los atributos en la variable.
Método de estudio de casos:
Se busca en el pasado y presente del paciente claves que pueden relevar el origen de los problemas emocionales que presentan.
Realizar un estudio de caso es parecido realizar una pequeña biografía a pequeña escala de la vida emocional de una persona, desde sus primeros años hasta su momento actual, donde se incluyen sentimientos, temores o experiencias.
1.4 Enfoques mecanicista, humanista, psicoanalítico y organicista
1. PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA
El método que utiliza esta perspectiva es introspectivo y retrospectivo.
Introspección: Terapia dirigida que a la toma de conciencia y al revivir de un modo no traumático son experiencias pasadas.
Retrospección: Regreso del pasado. Algunas Técnicas son la hipnosis, asociación libre, interpretación de los sueños y actos fallidos.
2. PERSPECTIVA MECANISISTA
Su método es la observación cuantitativa; plantea que el ser humano es una máquina que adquiere habilidades con su medio externo que es el que va a modificar la conducta del sujeto. No considera términos, ni de inteligencia, ni de emociones.
3. PERSPECTIVA ORGANICISTA
Es cualitativo su método; basandose en que el individuo se puede desarrollar en sus propias habilidades innatas. Se basa en lo físico y no toma en cuenta las emociones ni la inteligencia.
4. PERSPECTIVA HUMANISTA
Ésta surge a raíz desde que se sacrifica, va en contra de las otras 3 perspectivas, sacrifica el desarrollo integral de las personas, su método es de observación cualitativa integral, también se dice que desde que nace tiene características positivas, plantea que el ser humano es creativo e inteligente y los seres humanos son buenos hasta que modifican su comportamiento.
2. MODELO HUMANÍSTICO – EXISTENCIAL
2.1 Joe Lufht & Harry Inghan y la ventana de Johari
La ventana de Johari, nominada así por sus inventores, José Luft y Harry Ingham, es uno de los modelos más útiles para describir el proceso de la interacción humana. Cuatro paneles "ventanas," como se ve en la ilustración, dividen el conocimiento personal en cuatro tipos, como representado por sus cuatro cuadrantes: abierto, ocultado, persiana, y desconocido. Las líneas que dividen las cuatro ventanas son como las cortinas de la ventana, que pueden moverse mientras que progresa una interacción.
En este modelo, cada ventana representa a cada persona:
RETROALIMENTACIÓN
C
O
M
P
A
R
T
I
R
Área Libre

Área Ciega

Área Oculta

Área Oscura






Cuatro áreas importantes de la comunicación y personalidad, se abren de acuerdo al carácter, estados de ánimo, momentos. Hay dos aspectos importantes que son compartir y retroalimentar. La ventana se abre y se cierra, tenemos las cuatro, lo ideal es que la libre se abra más.
1. ÁREA LIBRE: “Lo que saben de mí pero otros saben”. La más sana, alta retroalimentación y alto para compartir. Representa las cosas que ambos conocemos. Las que yo sé sobre mí mismo y que el otro también conoce.
2. ÁREA CIEGA: “Los que otros saben de mi y yo ignoro”. Comparto mucho pero no retroalimento. Representa las cosas que mi interlocutor sabe o cree saber sobre mí, pero de las cuales yo soy inconsciente.
3. ÁREA OCULTA: “Lo que se de mí y otros ignoran”. Comparto muy poco, si retroalimento mucho. Representa aquello que yo conozco sobre mí, y que mi interlocutor desconoce completamente.
4. ÁREA OSCURA: “Lo que otros no saben de mí y yo ignoro”. No tengo control sobre mí mismo (pérdida de identidad). Representa aquello que yo no conozco sobre mí mismo, y tampoco puede conocerlas mi interlocutor.
2.2 Erich Berne y la Teoría del análisis funcional
El Erich Berne fue el fundador y creador inicial del Análisis Transaccional. Elaboró su modelo a partir de sus observaciones en la psicoterapia de grupo a principios de los años cincuenta. En su elaboración reconoce la influencia de sus maestros Paul Federn y Erik Erikson, con quienes se psicoanalizó.
Aunque buscó alternativas para lograr una psicoterapia más eficaz, fue respetuoso con las teorías psicoanalíticas en las que se formó. Se rodeó de un equipo de colegas y organizó regularmente unos seminarios en San Francisco (California), para compartir sus experiencias como terapeutas de grupo y con vistas a desarrollar un modelo de "psiquiatría social" basado en el estudio de las interacciones (transacciones psicológicas) entre las personas y sus estados del yo, al que llamó Análisis Transaccional.
Teoría del Análisis Funcional o Transaccional
Es un sistema de psicoterapia individual y social que se engloba dentro de la psicología humanista. El análisis transaccional aporta una clara metodología y unos conceptos básicos expresados en un lenguaje sin tecnicismos abstractos. Aunque en apariencia parece sencillo, aporta un modelo profundo, con técnicas de probada eficacia para facilitar la reestructuración y el cambio personal. Su efectividad y su fácil integración con otras disciplinas de las ciencias humanas y sociales, le ha dado una gran difusión mundial.
A nivel funcional, nos facilita analizar las formas en que las personas interactúan entre sí, mediante transacciones psicológicas, con sus estados del yo Padre, Adulto y Niño, aprendiendo a utilizar el primero para dar cuidados, el segundo para individuarnos y el tercero para buscar y recibir cuidados, tanto en nuestra interacción con los demás, como también en nosotros mismos, creciendo en el logro de una personalidad integradora.
A nivel profundo, nos facilita dejar el guión psicológico que decidimos en la infancia bajo la influencia de las figuras parentales y de autoridad, pero que fue necesario para sobrevivir y que podemos aún estar siguiendo de forma inconsciente. Al dejar el guión, dejamos también de jugar los juegos psicológicos que lo refuerzan, pudiendo entonces usar integradoramente nuestra capacidad de pensar, sentir y actuar, al servicio de un vivir saludable.
Además de psicoterapia, el Análisis Transaccional es aplicable en crecimiento personal, educación, enfermería, trabajo social, desarrollo organizacional y en otras actividades en las cuales las personas interactúan entre sí.
3. MODELO PSICODINÁMICO
3.1 Sigmund Freud y la Teoría del psicoanálisis
Freud, al tratar a sus pacientes neuróticos, trataba de encontrar datos que le ayudaran a comprender más a fondo la personalidad humana. Poco a poco fue dando forma a esta teoría, el Psicoanálisis, donde explicaba la normalidad y la anormalidad psicológica, y como tratar esta última.
Teoría del psicoanálisis
Concepto del Inconsciente: sólo somos conscientes de un pequeño número de pensamientos, recuerdos sentimientos y deseos.
También existe el preconsciente, fenómenos a “corta” distancia del consciente, de donde es relativamente fácil recuperarlos. Sin embargo, el resto de fenómenos son inconscientes y entran en la conciencia de una forma “disfrazada”.
Según Freud, los impulsos, los componentes de la personalidad, los recuerdos de las experiencias de la niñez temprana y los conflictos psicológicos dolorosos tienden a ser inconscientes. Además, le concedía gran importancia a los impulsos sexuales teniendo en cuenta que para él, lo sexual era todo aquello agradable.
Estos impulsos sexuales generan una cantidad fija de energía psíquica, la libido. Si no se satisfacen, la energía psíquica se va acumulando y sometiéndose a presiones cada vez mayores, hasta que la persona no puede aguantar más y “estalla”.
La personalidad consta de tres componentes principales:
ID: es el núcleo primitivo de la personalidad. Es como un caos, una caldera hirviente de excitación carente de lógica (por lo cual pueden haber impulsos contradictorios) Está dominado por el “principio del placer”, busca la satisfacción inmediata. Como a veces esto no es posible, el id suele recurrir al “pensamiento de procesos primarios”, que consiste en formar mentalmente la imagen del objeto deseado que en algún momento dio satisfacción al impulso.
Al recurrir a este tipo de pensamiento, el id no distingue entre imaginación y mundo exterior.
EGO: emerge en los niños conforme van descubriendo que la realidad es algo distinto de sus propias necesidades y deseos. El ego era parte del id, el cual se modificó por su cercanía al mundo externo. Sin embargo, el ego es controlado, lógico y realista.
El ego se encarga de localizar los objetos reales que puedan satisfacer las necesidades del id. Por tanto es un “intermediario” entre las exigencias del id y el entorno, y para ello pospone los impulsos del id hasta que se presente la situación adecuada
SUPEREGO: se forma a partir del ego, al identificarse los niños con los padres y asimilar sus restricciones, valores y costumbres. Es, principalmente, la CONCIENCIA.
Es perfeccionista y es el fundamento del idealismo, del sacrifico de sí mismo y del heroísmo. Presiona al ego para que persiga metas morales, y para que obligue al id a inhibir los impulsos animales. Premia al ego si actúa moralmente, en caso contrario crea sentimientos de culpa.
Todo el id y partes del ego y el superego son inconscientes.
El ego tiene que satisfacer al id, al superego y a la realidad, y hacer todo lo posible por reconciliar intereses y exigencias de los tres. Cuanto más intenso es el conflicto, más energía psíquica se necesita para resolverlo y por tanto menos puede rendirse en otras funciones mentales como el pensamiento racional o la creatividad.
Etapas de la personalidad
Etapa oral: primer año de vida. Los bebés obtienen el placer por la boca, comiendo succionando mordiendo etc. Principal conflicto: el destete.
Etapa anal: segundo año de vida. El placer se obtiene principalmente de la región anal, mediante la disminución de la tensión a causa de la expulsión de heces, o la retención voluntaria de las mismas ya que este proceso presiona las paredes intestinales y por lo tanto podría ser considerado como cierto tipo de placer. Principal conflicto: entrenamiento para el control de los esfínteres.
Etapa fálica: entre el tercer y el quinto año de vida. Los niños descubren que los genitales producen placer, lo que hace que la mayoría de ellos se masturbe. El niño ama excesivamente al progenitor del sexo opuesto y siente rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo. A este conflicto se le llama “Complejo de Edipo” en el caso de los niños, y “Complejo de Electra” en el caso de las niñas. Consecuencias: permite al niño adoptar características masculinas de personalidad y superego del padre.
Etapa de latencia: Del quinto al séptimo año de vida. Las necesidades sexuales se adormecen.
Etapa genital: incluye Adolescencia, Edad Adulta y Principios de la Vejez. Las personas se ven impulsadas a establecer relaciones sexuales que los satisfagan. Para Freud, el vínculo heterosexual maduro era la señal por excelencia de la madurez.
3.2 Alfred Adler y la Teoría de la Psicología analítica
Para Adler sus conceptos básicos son los de carácter, complejo de inferioridad y conflicto entre la situación real del individuo y sus aspiraciones. Cree que Freud exagera la importancia de la sexualidad. Para él es más importante la influencia de la cultura. La personalidad es innatamente social.
A diferencia de Freud, Adler creía que el hombre tiene posibilidades de mejorarse y de progresar en la vida, de reducir sus problemas y, con el tiempo, de llegar a un ajuste casi perfecto de su proceso vital.
Teoría de la Psicología analítica
La psicología individual plantea la vida como una lucha desde el nacer hasta el morir, una especie de viaje en el que cada ser humano se vale de su propio método, en el que cada viajero sabe de los otros, en que cada uno esta impulsado por muchas metas comunes y en el todos están expuestos por igual a las vicisitudes del itinerario.
La psicología individual describe la conducta humana a través de siete principios:
1. Inferioridad: De acuerdo con este principio, el hombre, en cuanto tiene conciencia, se siente en el mundo incompleto e insatisfecho. Gracias a este sentimiento, el individuo se ve impulsado a analizarse, localizando sus males y enfermedades en regiones específicas de su cuerpo (lo que se denomina trastornos psicosomáticos de órgano).
2. Superioridad: El principio de superioridad indica que el ser humano es más que un animal agresivo, pues su búsqueda es la del poder (físico y simbólico) para lograr sobrevivir. La más importante de las fuerzas que mueven la conducta de la persona, "es el esfuerzo por ir de una condición inferior a una superior."
3. Estilo de vida: Considerado como una especie de guía con el fin de que el hombre logre superarse, el hombre buscaría dos cosas: su dirección interior de conducta, impulsada y dictada por él mismo; las fuerzas del ambiente que ayudan a tomar la dirección que el yo interno desee tomar.
4. Yo creador: Para la psicología individual, el ser humano no es sólo un producto del ambiente, sino que crea una estructura propia sobre las experiencias vividas durante toda su vida, las interpreta y busca satisfacer sus deseos de superioridad. Se trataría, pues, aunque reactivo y mecánico, de un yo creativo original, inventivo y que crea algo inexistente: una nueva personalidad.
5. Metas fantasiosas: El ser humano es impulsado y atraído por una serie de metas imaginadas, que son las que explican la conducta del mismo.
6. Interés social: El hombre confía en que una sociedad más fuerte y perfecta lo ayudará a obtener un sentimiento de superioridad más completo.
3.3 Carl Gustav Jung y la Teoría de la Psicología Analítica
Fundador de la escuela de Psicología analítica, también llamada Psicología de los complejos y Psicología profunda.
Se le relaciona a menudo con Sigmund Freud, de quien fuera colaborador en sus comienzos. Carl Gustav Jung fue un pionero de la psicología profunda y uno de los estudiosos de esta disciplina más ampliamente leídos en el siglo veinte. Su abordaje teórico y clínico enfatizó la conexión funcional entre la estructura de la psique y la de sus productos (es decir, sus manifestaciones culturales). Jung no fue el primero en dedicarse al estudio de la actividad onírica.
En un principio, era seguidor de Freud pero se apartó de él porque le molestaba la idea de que la libido fuera totalmente de carácter sexual (orientada al placer) y el hincapié que se hacía en la niñez temprana.
Jung pensaba que los seres humanos heredan un inconsciente colectivo, además de un inconsciente personal donde se encuentran los recuerdos reprimidos. Sin embargo, el inconsciente colectivo tiene recuerdos de sus antepasados, sus relaciones y experiencias, y producen imágenes como la del “viejo sabio” o “la madre tierra”.
Teoría de la Psicología Analítica
La Psicología analítica, también conocida como psicología de los complejos y psicología profunda, es la denominación oficial dada por Carl Gustav Jung en 1913 a su propio corpus teórico y clínico, y al de sus seguidores, diferenciándose así del Psicoanálisis freudiano, ante las discrepancias conceptuales existentes centradas fundamentalmente en las teorías de la libido, el incesto, la energía psíquica y la naturaleza del inconsciente.[]
Estructuras psíquicas de la personalidad
La psique junguiana, al igual que en el modelo freudiano, se ve estructurada por toda una serie de sistemas en constante interacción.
Consciencia y Yo
Iniciando la revisión desde la consciencia y finalizando en los estratos más profundos de la psique, hallamos en primera instancia el Yo, centro nuclear de nuestra consciencia, constituyendo realmente un complejo más de los que integran el Inconsciente personal pero que ha devenido consciente y rector de nuestra individualidad. El Yo de Jung equivale al componente consciente del Yo freudiano.
Inconsciente personal
En sucesión al Yo hace acto de presencia el Inconsciente personal conteniendo únicamente información derivada de las experiencias personales del individuo. Recibe por tanto todo aquel material reprimido por el Yo, pudiendo invertirse la direccionalidad de tal modo que dicho contenido sea accesible a la consciencia. El Inconsciente personal equivaldría a la suma del Preconsciente e Inconsciente freudianos.
Complejos: Formando parte del Inconsciente personal residirían los Complejos. Un Complejo se definiría como aquel conjunto de conceptos o imágenes cargadas emocionalmente que actúa como una personalidad autónoma «escindida». En su núcleo se encuentra un Arquetipo revestido emocionalmente.[]
Inconsciente colectivo
Y finalmente, en lo más profundo de la psique humana hallaríamos lo Inconsciente colectivo, y con ello, el último elemento de discrepancia que nos restaba por citar con respecto a la conflictiva freudiana. Queda patente que mientras el modelo de inconsciente freudiano queda delimitado por lo personal, Jung amplia sus cauces «ad infinitum».
Así como el elemento estructural que componía el Inconsciente personal era el Complejo, en el caso de lo Inconsciente colectivo lo será el Arquetipo.
En esta región se encuentra dispuesta en forma de símbolos y predisposiciones toda aquella información heredada filogenéticamente como resultado de las experiencias universales acaecidas en el transcurso de la evolución. Los Arquetipos serían por tanto predisposiciones universales para percibir, actuar, o pensar de una cierta manera.

Arquetipos
De la amplia gama de Arquetipos existentes, como pueden ser el Nacimiento, la Muerte, el Héroe, el Niño, Dios, el Viejo sabio, cinco son los que han alcanzado un desarrollo superior al de cualquier otro:

Persona
Es la máscara que se antepone en nuestro desenvolvimiento social cotidiano, pudiendo estar más o menos desarrollada, y por tanto, ocultar en mayor o menor medida nuestra personalidad real. Es masculina en los hombres y femenina en las mujeres.

Ánima y Ánimus

El Ánima es el aspecto femenino presente en lo inconsciente colectivo de los hombres. Regido por su principio Eros se le suele denominar también el arquetipo de la vida.

El Ánimus es el aspecto masculino presente en lo inconsciente colectivo de las mujeres. Regido por su principio Logos se le suele denominar también el arquetipo del significado.[]
Contrapesando ambos al arquetipo Persona, se desarrollaron a raíz del conjunto de las experiencias establecidas entre hombres y mujeres a lo largo de todo nuestro pasado evolutivo.

Sombra
Representa nuestros impulsos más primitivos, los instintos animales, provenientes de los antecesores prehumanos del hombre. Cuando dichos impulsos emprenden el camino hacia la consciencia, el Yo, de modo muy similar a la serie de mecanismos de defensa del Yo freudiano, permite o bien su expresión o si nó es pertinente, su represión posterior, con lo que a su vez estaríamos contribuyendo a generar contenido al Inconsciente personal. Vemos por tanto cómo se establece una interrelación entre Inconsciente colectivo, Arquetipo, Yo consciente y finalmente Inconsciente personal.
Sí-mismo
El arquetipo del Sí-mismo (Self) constituye el arquetipo por excelencia, el arquetipo nuclear o central del Inconsciente colectivo, el más importante de todos. Es denominado también el arquetipo de la jerarquía y representa la totalidad del hombre y el fin último en el proceso de individuación.
Es representado simbólicamente a partir de un mándala o círculo mágico, y del mismo modo que el Yo se constituye como centro de la Consciencia, el Sí-mismo lo es del ámbito que encierra la totalidad de la «consciencia» y el «inconsciente». Representa los esfuerzos del hombre por alcanzar la unidad, la totalidad, la integración de la personalidad, pugnando tanto por la unidad del individuo con respecto al mundo exterior como por la unidad de sus sistemas psíquicos.

Actitudes
Las dos actitudes respecto del mundo exterior son:[]
La Extraversión, que conlleva una focalización en el mundo exterior en detrimento del individuo.
La Introversión, donde el interés recae en el individuo, pasando a un segundo plano lo externo a él.
3. 4 Kareb Horney y la Teoría del nuevo psicoanálisis
Estudió en las universidades de Friburgo y Berlín, y posteriormente impartió clases en el Instituto de Psicoanálisis de Berlín hasta que, en 1932, emigró a Estados Unidos.
Allí trabajó en el Instituto de Psicoanálisis de Chicago y en el Instituto de Nueva York, y posteriormente ejerció como decana en el Instituto Estadounidense de Psicoanálisis y como profesora en el Medical College de Nueva York.
Fundadora del Instituto Americano de Psicoanálisis (1934), en Nueva York, Karen Horney fue una destacada exponente de la escuela psicoanalítica culturalista. Combatió las ideas de Freud sobre la sexualidad femenina y desarrolló sus propias teorías sobre el origen de ciertas neurosis. Ella creía que muchos de los problemas psíquicos tenían su origen en la infancia, haciendo especial hincapié en la cultura y pautas establecidas de comportamiento de la comunidad en la que el individuo ha vivido, las cuales estarían muy relacionadas con esos trastornos, frente al innatismo y genetismo freudianos.
Destacó la importancia del contexto social para el desarrollo. La experiencia es el origen de la personalidad. Recalcó los efectos perturbadores de la impotencia y el aislamiento.
Teoría del nuevo Psicoanálisis
Distinguió 10 patrones particulares de necesidades neuróticas. La necesidad es irreal, irracional, indiscriminada. La necesidad neurótica es bastante más intensa y provocará un gran monto de ansiedad si no se satisface su demanda.
Las necesidades neuróticas son las siguientes:
- Necesidad Neurótica de afecto y aprobación
- Necesidad Neurótica de pareja
- El neurótico necesita restringir la vida
- Necesidad neurótica de poder
- Necesidad neurótica de explotar
- Necesidad neurótica de reconocimiento o prestigio social
- Necesidad de admiración personal
- Necesidad neurótica de logro personal
- Necesidad neurótica de autosuficiencia e independencia.
- Necesidad de perfección e inexpugnabilidad.
3.5 Erich Fromm y la Teoría del Sociopsicoanálisis
Fue un destacado psicólogo social, psicoanalista, filósofo y humanista alemán. Miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt, participó activamente en la primera fase de las investigaciones interdisciplinarias de la Escuela de Frankfurt, hasta que a fines de los años 40 rompió con ellos debido a su heterodoxa interpretación de la teoría freudiana (intentó sintetizar en una sola disciplina el Psicoanálisis y los postulados del Marxismo). Fue uno de los principales renovadores de la teoría y práctica psicoanalítica a mediados del siglo XX.
Fromm describe tres vías a través de las cuales escapamos de la libertad:
Autoritarismo: Buscamos evitar la libertad al fusionarnos con otros, volviéndonos parte de un sistema autoritario como la sociedad de la Edad Media. Hay dos formas de acercarse a esta postura: una es someterse al poder de los otros, volviéndose pasivo y complaciente. La otra es convertirse uno mismo en un autoritario. De cualquiera de las dos formas, escapamos a una identidad separada.
Fromm se refiere a la versión más extrema de autoritarismo como masoquismo y sadismo y nos señala que ambos se sienten compelidos a asumir el rol individualmente, de manera que aunque el sádico con todo su aparente poder sobre el masoquista, no es libre de escoger sus acciones. Pero existen posturas menos extremas de autoritarismo en cualquier lugar.
Destructividad: Los autoritarios viven una dolorosa existencia, en cierto sentido, eliminándose a sí mismos. Pero otros responden al dolor volviéndolo en contra del mundo: si destruyo al mundo. Es este escape de la libertad lo que da cuenta de la podredumbre indiscriminada de la vida (brutalidad, vandalismo, humillación, crimen, terrorismo…).
Fromm añade que si el deseo de destrucción de una persona se ve bloqueado, entonces puede redirigirlo hacia adentro de sí mismo. La forma más obvia de auto destructividad es por supuesto, el suicidio. Pero también podemos incluir aquí muchas enfermedades como la adicción a sustancias, alcoholismo o incluso la tendencia al placer de entretenimientos pasivos. Él le da una vuelta de tuerca a la pulsión de muerte de Freud: la auto destructividad es una destructividad frustrada, no al revés.
Conformidad autómata: Los autoritarios se escapan de su propia persecución a través de una jerarquía autoritaria. Pero nuestra sociedad enfatiza la igualdad. Hay menos jerarquía en la que esconderse que lo que parece (aunque muchas personas las mantienen y otras no).
La persona que utiliza la conformidad autómata es como un camaleón social: asume el color de su ambiente. Ya que se ve como el resto de los demás, ya no tiene que sentirse solo. Desde luego no estará solo, pero tampoco es él mismo. El conformista autómata experimenta una división entre sus genuinos sentimientos y los disfraces que presenta al mundo, muy similar a la línea teórica de Horney.
3.6 Erich Erickson y la Psicología del yo y etapas de desarrollo psicosocial
Amplió las teorías de Freud sobre el desarrollo. Profundiza en las implicaciones sociales y psicológicas, y abracan además los años adultos de la persona.
La personalidad se forma al ir avanzando el individuo a través de diversas etapas psicosociales durante toda su vida. En cada etapa hay un conflicto al que se tiene que enfrentar y resolver, habiendo en cada dilema una solución positiva, que produce salud mental; y otra negativa., que conduce a la inadaptación.
La solución de cualquier conflicto depende, en parte, de lo satisfactoriamente que se hayan manejado los dilemas anteriores.
Las experiencias felices o desafortunadas posteriores pueden contrarrestar las anteriores.
- Primer año de vida (Etapa Oral de Freud)
Problema entre Confianza Básica y Desconfianza.
La resolución dependerá de la relación entre la madre y el bebé, ya que si esta le alimenta, le abriga, le acaricia tiernamente, los bebés desarrollan sentimientos de confianza hacia su entrono, todo a su alrededor es agradable y seguro. En caso contrario, los bebés contraen temores y sospechas.
- Segundo año de vida (Etapa Anal de Freud)
Reto: Autonomía frente a Vergüenza, duda.
Los niños se desarrollan rápidamente (correr, empujar, tirar, retener y soltar). Si los padres alientan a los niños, estos desarrollaran un cierto control sobre su entorno (autonomía). De no ser así, los niños experimentan sensaciones de vergüenza y duda.
- Del Tercer al Quinto año de vida (Etapa Fálica de Freud)
Reto: Iniciativa contra Culpa
Los niños son muy activos, se enorgullecen de poder enfrentar problemas y conquistar el ambiente. Gran autoestima al percatarse de sus “poderes mentales”(lenguaje, fantasías etc) Si los padres procuran responderles, y aceptar su juego, los niños aprenden a buscar lo que desean, reforzando así su sentido de la iniciativa. Si esto no ocurre, los niños se sienten culpables e inseguros.
- Entre 6 y 11 años. (Etapa de Latencia de Freud)
Reto: laboriosidad frente a inferioridad
Periodo en que los niños entran en un mundo “nuevo”: la escuela. Cuando los niños se sienten menos capaces que sus compañeros en cuanto a logros, aptitudes y habilidades, contraen sentimiento de inferioridad. En cambio, los niño con éxito tienen un sentimiento de competencia y gusto por el trabajo.
- Adolescencia (comienzo de la etapa genital de Freud)
Reto: Se produce una Crisis de Identidad. Se trata de encontrar la propia identidad frente a una confusión de papeles.
El joven tiene diversidad de “roles”, para formar con ellos una sola imagen y escoger una carrera y un estilo de vida.
Si los retos anteriores se han afrontado satisfactoriamente, el joven tiene más posibilidades de lograr más fácilmente su identidad. Al adquirirla, el joven consigue tener un sentido de quién es y que defiende.
A veces, para integrarse, los jóvenes se identifican exageradamente con los héroes populares y de la pandilla, perdiendo su individualidad. De esta forma intentan definir su personalidad, proyectando la imagen difusa de sí mismo sobre otra persona.
En otras ocasiones, se busca la propia identidad por caminos destructivos, como la exclusión (racismo), la intolerancia y la crueldad. En principio, esta intolerancia puede ser temporalmente una defensa contra el sentimiento de pérdida de identidad, actitud inevitable en algún momento de la vida.
Los adolescentes forman pandillas y estereotipan sus ideales y a sí mismos y a los enemigos, para superar esta crisis.
- Primeros años de la edad adulta (adultez temprana)
Reto: Intimidad contra Aislamiento
Los adultos están preparados para vínculos sociales duraderos donde priman e cuidado mutuo, la comunidad de bienes y la confianza recíproca.
Ideal de intimidad: desarrollo de una relación sexual con el miembro amado del sexo opuesto. Las personas que no lograron adquirir identidad propia en la etapa anterior tendrán más dificultades, bien aislándose en sí mismos o estableciendo otro tipo de vínculos limitados que carecen de espontaneidad y autenticidad.
- Adultez media
Reto: Productividad frente a Absorción en sí mismo
Productividad significa compromiso con el futuro y con la nueva generación. La persona se fortalece con la preocupación activa por la gente joven y su bienestar, y la preocupación de hacer del mundo un lugar mejor. Por el contrario, la auto absorción conduce al estancamiento.
- Adultez avanzada
Reto: Integridad frente a Desesperación
Se logra la integridad cuando las personas miran hacia atrás y se sienten satisfechos y contentas, y aceptan sus vidas como algo que valió la pena. En cambio, las víctimas de desesperación encuentran poca satisfacción y poco significado en su pasado, y ven que han desaprovechado sus vidas.
3.7 Harry Sullivan y la Teoría interpersonal psiquiátrica
Fue un psiquiatra estadounidense cuyo trabajo en psicoanálisis estuvo basado, a diferencia de las observaciones más abstractas del inconciente de Sigmund Freud y sus discípulos, en observaciones directas y verificables de sus pacientes.
Desarrolló una teoría psiquiátrica basada en relaciones interpersonales en que un prolongado asalto al yo interno del individuo ("self system"), en situaciones de agresión psicológica extrema, podría causar la esquizofrenia.
Junto con Clara Thompson, Karen Horney, Erich Fromm, Erik H. Erikson y Frieda Fromm-Reichmann, Sullivan construyó los fundamentos para comprender al individuo basado en la red de relaciones interpersonales en la que éste se encuentra. En esta teoría, los males objeto de estudio y tratamiento de la psiquiatría, son en un grado considerable producto de las fuerzas culturales.
En la terapia, se ha de poner atención en las interacciones (llamadas por otros autores "relaciones objetales") más que en lo "intrapsíquico". Esta búsqueda de satisfacción mediante el encuentro personal con los otros llevó a Sullivan a considerar la soledad como la más dolorosa de las experiencias humanas. Llevó la psicoterapia más allá de los límites del psicoanálisis freudiano, al tratamiento de la esquizofrenia.
El "sí-mismo" o "sistema del yo" (self system) es una configuración de rasgos de personalidad desarrollados en la infancia para evitar la ansiedad y amenazas a la autoestima. Es un sistema guía respecto a relaciones yo-tú, llamadas por Sullivan "integraciones paratáxicas".
Las formas como se desarrollan esas relaciones pueden hacerse rígidas y dominar los patrones de pensamiento del adulto, limitando sus acciones y reacciones respecto al mundo y cómo lo ve. Las consecuentes inadecuaciones de juicio se llaman "distorsiones paratáxicas".
4. MODELO PERSONOLÓGICO
4.1 Gordon W. Allport y la Teoría de rasgos
Una de las cosas que motiva a los seres humanos es la tendencia a satisfacer necesidades biológicas de supervivencia, lo cual Allport llama funcionamiento oportunista. Señala que este funcionamiento se caracteriza por su reactividad, orientación al pasado y por supuesto, tiene una connotación biológica.
Pero Allport creía que el funcionamiento oportunista era algo relativamente poco importante para entender la mayoría de los comportamientos humanos. La mayoría de los comportamientos humanos, decía, están motivados por algo bastante diferente -funcionamiento como forma expresiva del self - lo cual llamó funcionamiento propio (proprium).
La palabra latina proprium es la base del término que Allport escogió después de revisar cientos de definiciones para llamar de una forma más científica a ese concepto popular pero esencial conocido como Self. De todas formas, para bien o para mal, el nuevo término nunca llegó a calar.
Para acercarnos de una forma más intuitiva a lo que se ha llamado funcionamiento proprium, piense en la última vez que quiso actuar de una determinada forma o ser de una manera concreta porque verdaderamente sentía que estos actos serían una expresión directa de aquello más importante de usted mismo.
El Propium
Ya que Allport puso tanto énfasis en el Self o Proprium, tenía que ser lo más preciso posible con su definición. Lo hizo desde dos direcciones, fenomenológica y funcionalmente.
Primero, desde una perspectiva fenomenológica, sería el Self como algo que se experimenta, que se siente. Allport sugirió que el Self está compuesto por aquellos aspectos de la experiencia que percibimos como esenciales (algo opuesto a lo incidental o accidental), cálido (o “querido”, opuesto a emocionalmente frío) y central (como opuesto a periférico).
Su definición funcional se convirtió en una teoría del desarrollo por sí misma. El Self tiene 7 funciones, las cuales tienen a surgir en ciertos momentos de la vida:
Sensación del cuerpo
Identidad propia
Autoestima
Extensión de uno mismo
Auto imagen
Adaptación racional
Esfuerzo o lucha propia (Propriate)
La Sensación corporal se desarrolla en los primeros dos años de vida. Tenemos un cuerpo, sentimos su cercanía y su calidez.
La Identidad Propia (del Self; de uno mismo) también se desarrolla en los primeros dos años de vida.
La Autoestima se desarrolla entre los dos y los cuatro años de edad. También llega un momento donde nos reconocemos como seres valiosos para otros y para nosotros mismos. Esta circunstancia está íntimamente ligada al desarrollo continuo de nuestras competencias. Para Allport, ¡esto es realmente el estadio Anal!
La Extensión de uno mismo (extensión del Self) se desarrolla entre los cuatro y seis años de edad. Algunas cosas, personas y eventos a nuestro alrededor también pasan a ser centrales y cálidos; esenciales para nuestra existencia.
La Auto imagen (imagen de uno mismo) también se desarrolla entre los cuatro y seis años. Este sería “el reflejo de mí”; aquel que los demás ven. Esta sería la impresión que proyecto en los demás, mi “tipo”, mi estima social o estatus, incluyendo mi identidad sexual. Es el principio de la conciencia; del Yo Ideal y de la “persona”.
La Adaptación racional se aprende predominantemente entre los seis y doce años. El niño empieza a desarrollar sus habilidades para lidiar con los problemas de la vida de forma racional y efectiva. Este concepto sería un análogo a la “industria” o “industriosidad” de Erickson.
El Esfuerzo o Lucha propia usualmente no empieza hasta después de los doce años. Sería la expresión de mi Self en términos de metas, ideales, planes, vocaciones, demandas, sentido de dirección o de propósito. La culminación de la lucha propia sería, según Allport, la habilidad de decir que soy el propietario de mi vida; el dueño y operador.
Rasgos o Disposiciones
Ahora bien, como el Proprium se desarrolla de esta forma, entonces también desarrollaremos rasgos personales o disposiciones personales. Al principio, Allport usó el término rasgos, pero se dio cuenta que las personas entendían el concepto como cuando alguien describe a otra persona o cuando concluimos la personalidad en virtud de unos tests de personalidad, en vez de considerarlo aquellas características únicas, individuales de la persona.
Allport defiende que los rasgos son esencialmente únicos de cada persona. El “miedo al comunismo” de una persona no es igual al de otro. Y verdaderamente no podemos esperar creer que el conocimiento de otras personas nos van a ayudar a comprender a la primera. Por esta razón, Allport defiende con fortaleza lo que él llama métodos ideográficos (métodos que se focalizan en el estudio de un solo individuo a través de entrevistas, análisis de las cartas o diarios, y demás. Actualmente conocemos este método como cualitativo.
Aún así, Allport reconoce que dentro de cualquier cultura particular, existen rasgos comunes o disposiciones; unas que son parte de esa cultura y que cualquiera reconocería y nombraría. En nuestra cultura, diferenciamos con frecuencia a los introvertidos de los extravertidos o entre los liberales y los conservadores, y todos sabemos (burdamente) a qué nos referimos. Pero otra cultura podría no reconocerlo.
Tipos de Rasgos:
Los rasgos centrales son la piedra angular de tu personalidad. Cuando describimos a alguien, con frecuencia usaremos palabras que se referirán a los siguientes rasgos centrales: listo, tonto, salvaje, tímido, chismoso…Gordon ha observado que la mayoría de las personas tienen entre cinco y diez de estos rasgos.
Los rasgos secundarios, aquellos que no son tan obvios o tan generales, o tan consistentes. Las preferencias, las actitudes, los rasgos situacionales, son todos secundarios. Por ejemplo, “él se pone rabioso cuando intentas hacerle cosquillas”; “aquella tiene unas preferencias sexuales muy inusuales”; o “a este no se le puede llevar a restaurantes”.
Los rasgos cardinales, estos son aquellos rasgos que tienen algunas personas que prácticamente definen sus vidas. Aquel que, por ejemplo, pasa toda su vida buscando fama o fortuna, o sexo, es una de esas.
5. MODELO DE LAS RELACIONES OBJETALES
5.1 Melanie Klein y la Teoría de Relaciones Objétales
Melanie Klein desarrolla este, su principal concepto y de donde surge las demás variantes de toda su teoría. Esta teoría se sostiene en una relación diádica (madre - hijo), que se basa en al existencia de un objeto real interno, para lo que se requiere la existencia de un objeto real externo. El mundo interno supone la presencia de pulsiones libidinales y agresivas (EROS y THÁNATOS) y requiere de representaciones para ser expresadas.
Fantasías inconscientes; es la expresión mental de los instintos y, por consiguiente, existe desde el comienzo de la vida (para cada impulso hay una fantasía correspondiente).
Las fantasías son contenidos primarios de los procesos mentales inconscientes, y pueden definirse como los representantes psíquicos de los instintos: no hay acto instintivo que no sea vivido como fantasía inconsciente, aunque luego, esta puede pasar a ser un modo de defensa contra los impulsos. La fantasía tiende a considerar que el impulso se satisface efectivamente, mientras que, como defensa, considera que dicho impulso es realmente inhibido o controlado.
Crear fantasía es función del yo (Klein plantearía una constitución temprana del yo), por esto, la concepción de la fantasía como expresión mental de los instinto supone mayor grado yoico del que postula Freud. Plantea que desde el nacimiento el yo es capaz de establecer relaciones objétales primitivas en la fantasía y en la realidad. Desde el momento del nacimiento el bebe se tiene que enfrentar con el impacto de la realidad, que comienza con la experiencia del nacimiento mismo y prosigue con innumerables experiencias de gratificación y frustración de sus deseos. Estas experiencias con la realidad influyen inmediatamente en la fantasía inconsciente que a su vez influyen en ellos.
Las posiciones: esquizo-paranoide y depresiva; en cuanto a la primera (del nacimiento a los 6 meses), la ansiedad presente en el bebe es la paranoide y persecutoria.
La realidad interna supone un mundo objetal y la realidad externa supone un mundo de personas y objetos. El niño ve objetos parciales de la madre (positivos y negativos a la vez). El mundo interno supone la existencia de pulsiones libidinales y agresivas que requieren de ciertos objetos mentales, es decir, representaciones para ser expresadas. La forma en la cual se establece es la fantasía inconsciente. En el primer año de vida las relaciones objetales son parciales; las relaciones de objeto dicen de una representación del otro cargado con afecto (con valencias positivas y negativas, es decir, amor y agresión).
Teoría de las relaciones objétales
· Objeto bueno: Junto al objeto malo, son los primeros objetos pulsionales, parciales o totales, tal como aparecen en la vida de fantasía del niño. La cualidad de 'bueno' se le atribuye, no solamente por su carácter gratificador, sino sobretodo porque sobre él se proyectan las pulsiones libidinales del sujeto. Objetos buenos y malos se hallan sometidos a los procesos de introyección y proyección.
· Objeto Malo: La cualidad de 'malo' se le atribuye, no solamente por su carácter frustrante, sino sobre todo porque sobre ellos se proyectan las pulsiones destructivas del sujeto.
· Objeto extraño: Son el resultado de identificaciones proyectivas patológicas, en las que se percibe al objeto escindido en pequeños fragmentos, conteniendo cada uno una parte proyectada del Yo. A estos objetos extraños se los siente cargados de mucha hostilidad.
· Objeto Ideal: Es experimentado por el bebé durante la posición esquizo-paranoide como resultado de la escisión y de la negación de persecución. El bebe atribuye todas sus experiencias buenas, reales o fantaseadas, a este objeto ideal al que anhela poseer y con el que ansía identificarse.
· Objetos Parciales: Objetos característicos de la posición esquizo-paranoide. El primer objeto parcial que experimenta el bebé es el pecho. Pronto experimenta otros objetos parciales, ante todo, el pene. Objetos parciales son: el objeto ideal (pecho o pene), el objeto malo (o persecutorio), y el objeto bueno.
· Objeto Total: Se refieren a la percepción del otro como persona. La percepción de la madre como objeto total caracteriza la posición depresiva. El objeto total es lo opuesto tanto del objeto parcial como de los objetos escindidos en partes ideales y persecutorias. La ambivalencia y la culpa se experimentan en relación con objetos totales.
6. MODELO HUMANISTA
6.1 Carl Rogers y Abraham Maslow: motivación, autoestima y comunicación como parte de la personalidad
Carl Rogers
C.Rogers ha pasado la mayor parte de su vida ayudando a personas a resolver sus problemas. Sus ideas evolucionaron partiendo de sus experiencias clínicas. Empezó su trabajo con la idea de que el "uno mismo" era un término vago, ambiguo, sin ningún sentido científico. Tardo en aceptar que los pacientes cuando exponen sus problemas y actitudes en sus propios términos tendían a hablar en términos del self. A luz de unas expresiones pareció evidente que el self era un elemento importante en la experiencia del cliente, y que en cierto sentido misterioso su meta era llegar a ser su verdadero self
Rogers define el "self" o "concepto de si mismo" como modelo constante y organizado de las características percibidas del "self", junto con valores vinculados a esos atributos.
¿Como se desarrolla el concepto del uno mismo? Los niños observan su propio fundamento de la misma forma como observan la conducta de los demás. En los primeros años, los niños caen en la cuenta de las consistencias que los rodean y empiezan a asignarse a sí mismos ciertos rasgos específicos.
Atribuyen valores a las características que asignan a su self. Enojarse fácilmente suele valorarse negativamente; tener mucha energía, positivamente. Los conceptos evolucionan al interactuar los niños con otras personas y con su entorno. Rogers cree que los seres Humanos se esfuerzan por mantener consistencia o concordancia entre sus experiencias y la imagen que tienen del uno mismo. Aparentemente, la persona permite que las situaciones que concuerdan con su concepto del self entren en su conciencia y perciben correctamente estos sucesos. En cambio, las experiencias conflictivas suelen excluirse de la conciencia y percibirse erróneamente.
Rogers concibe la niñez como el periodo crucial para el desarrollo de la personalidad; en esto concuerda con los científicos psicodinámicos. Todo ser humano necesita estima, cariño y aceptación de las personas que le interesan. Los niños harán casi lo imposible por satisfacer esta necesidad.
Para lograr la aprobación de los padres, llegan incluso a distorsionar o negar sus propias percepciones, emociones, sensaciones y pensamientos. A la larga, trae ciertos problemas. El ser humano es impulsado por el motivo de la plena actualización de sus potenciales.
Para desarrollar el propio potencial se necesita conocerse a sí mismo, así como un estilo de vida satisfactorio. Las personas que niegan o falsean aspectos importantes de sí mismas tienen una imagen incompleta y poco realista del propio yo. Se sienten amenazadas ante experiencias que no concuerdan con estos conceptos de su yo. Los inadaptados tienden a construirse defensas rígidas. No pueden actualizar su propio potencial porque evitan muchos tipos de experiencias.
En cambio, los bien adaptados tienen conceptos muy realistas del uno mismo que incluyen todas sus características importantes. Están conscientes de su propio mundo, abierto a todas las experiencias y con una autoestima elevada. Los individuos bien adaptados se apoyan y confían en sus propias experiencias para tomar decisiones oportunas. Se sienten libres porque están convencidos de que ellos mismos han tomado dichas decisiones.
Aunque Rogers reconoce que la herencia y el ambiente limitan la personalidad de varias maneras, se fija más bien en los limites que cada quien se impone a sí mismo y que se pueden ensanchar. Para ayudar a su crecimiento, las demás personas importantes del entorno deben aceptar todos los aspectos del individuo, y estimarlo y apreciarlo mucho.
Abraham Maslow
La Pirámide de Maslow es una teoría psicológica sobre la motivación humana, formula en su teoría una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados.








Jerarquía de necesidades de Maslow
La jerarquía de necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide que consta de cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como «necesidades de déficit», al nivel superior lo denominó «auto-actualización», «motivación de crecimiento», o «necesidad de ser». «La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza impelente continua».
La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según la pirámide de Maslow dispondríamos de:
Necesidades fisiológicas
Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referente a la salud); dentro de estas, las más evidentes son:
Necesidad de respirar, beber agua, y alimentarse.
Necesidad de mantener el equilibrio de la temperatura corporal.
Necesidad de dormir, descansar, eliminar los desechos.
Necesidad de evitar el dolor
Necesidades de seguridad y protección
Estas surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas. Son las necesidades de sentirse seguro y protegido; incluso desarrollar ciertos límites de orden. Dentro de ellas se encuentran:
Seguridad física y de salud.
Seguridad de empleo, de ingresos y recursos.
Seguridad moral, familiar y de propiedad privada.
Necesidades de afiliación y afecto
Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de asociación, participación y aceptación. Se satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con amistades o en organizaciones sociales. Entre estas se encuentran: la amistad, el compañerismo, el afecto y el amor.
Necesidades de estima
Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.
La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.
La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.
La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de inferioridad.
Auto-realización o auto-actualización
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo: «motivación de crecimiento», «necesidad de ser» y «auto-realización».
Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados, al menos, hasta cierto punto.
Personas auto-realizadas
Maslow consideró auto-realizados a un grupo de personajes históricos que estimaba cumplían dichos criterios: Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Eleanor Roosevelt, William James, entre otros.
Maslow dedujo de sus biografías, escritos y actividades, una serie de cualidades similares; estimaba que eran personas:
centradas en la realidad, que sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo real y genuino;
centradas en los problemas, que enfrentan los problemas en virtud de sus soluciones;
con una percepción diferente de los significados y los fines.
En sus relaciones con los demás, eran personas:
con necesidad de privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación;
independientes de la cultura y el entorno dominante, basándose más en experiencias y juicios propios;
resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión social; eran inconformistas;
con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o de la condición humana;
buena aceptación de sí mismo y de los demás, tal como eran, no pretenciosos ni artificiales;
frescura en la apreciación, creativos, inventivos y originales;
con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de la humanidad.
7. ENTREVISTA CLÍNICA DE PERSONALIDAD

7.1 Elementos de la entrevista y de pruebas de apoyo a la misma
La personalidad es el campo de la psicología del que se conocen más medios de medida, y son éstos más heterogéneos. Pero esto no hace que sea fácil medir y determinar la personalidad de las personas, ya que la fiabilidad de los resultados obtenidos por las diferentes pruebas es bastante baja. Por ello, se suele recurrir a la aplicación de más de una prueba, de diferente tipo, cuando se estudia la personalidad de un individuo.
La validez de las pruebas, además de estudiarse comparándolas entre sí, se realiza mediante valoraciones empíricas, es decir, comparando los resultados del test con la opinión de las personas que conocen bien al sujeto estudiado. Por ejemplo, si la prueba dice que nos encontramos ante un sujeto tímido y todas las personas que le rodean lo califican de extrovertido, seguramente habrá algún fallo en el test.
La entrevista: es actualmente la técnica más empleada para medir la personalidad. Es una observación participativa, ya que el entrevistador hace también las veces de participante en la prueba, pudiendo influir en las respuestas de la persona analizada. A veces, las entrevistas siguen los intereses de los protagonistas, saltando espontáneamente de una cuestión a otra; otras veces están estandarizadas y se plantean unas preguntas concretas en un orden preestablecido.
Los datos obtenidos en la entrevista se manejan de manera informal, el profesional los interpreta según su experiencia. Se puede analizar también el contexto de la entrevista, y grabarla para poder observar con detenimiento gestos, ademanes o comentarios que revelen el nerviosismo del entrevistado o algún rasgo de su carácter.
Las entrevistas tienen, como todos los métodos, ventajas e inconvenientes. Son muy útiles para observar los pensamientos, sentimientos, conflictos y otras expresiones de las personas, que se suelen ocultar en los tests, y en una entrevista, si el observador tiene pericia, pueden ser advertidos mediante los gestos y comentarios antes citados.
También permite al psicólogo una cierta movilidad en el estudio, ya que puede volver sobre un tema o modificar la prueba sobre la marcha si lo necesita para encontrar soluciones. Por la parte negativa, el entrevistado puede mentir y proporcionar datos falsos, y si el psicólogo no tiene mucha pericia para descubrirlo obtendrá conclusiones equivocadas.
Además, tiene el inconveniente antes nombrado de que el entrevistador influye en la conducta que está observando, ya sea con una actitud demasiado familiar o provocando tensión. Por último, al ser una prueba subjetiva depende de la habilidad del observador para “leer entre líneas”, recopilar información y analizarla.
En ocasiones los investigadores de la personalidad deciden medir la conducta mediante observaciones y experimentos controlados. Esta técnica consiste en vigilar y analizar las reacciones fisiológicas del sujeto en momentos determinados, de manera que de ellas se pueda obtener información sobre la personalidad del individuo.
También se pueden observar las expresiones faciales, tonos de voz u otros aspectos que varíen según el estado anímico de la persona. De estas observaciones, de los cambios experimentados a lo largo de la jornada, se pueden extraer conclusiones acerca de alguna característica de la personalidad.
Hay experimentos conductuales que se realizan para ver la respuesta de una persona ante diferentes situaciones. Por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial una de las pruebas de selección para ocupar un cargo que entrañaba un considerable peligro, consistía en construir un armazón de madera con la “ayuda” de dos asistentes. Éstos eran en realidad observadores que ponían trabas al trabajo del sujeto y calificaban sus reacciones ante las dificultades.
Estas pruebas reducen los prejuicios frente a las entrevistas, ya que la persona no tiene ya que hablar de sí misma sino actuar espontáneamente. El problema que surge es que al saberse observado el sujeto entra en una situación artificial y poco realista, está tenso y muchas veces no es realmente “él mismo”. Además, estas pruebas no proporcionan datos sobre problemas profundos y personales, por lo que ante estos casos se debe recurrir a otros medios.
El tercer medio, por lo general también muy usado, son las pruebas escritas que realizan los psicólogos. Estas pruebas pueden ser de dos tipos, que analizaremos por separado: objetivas y proyectivas.
Las pruebas objetivas pueden ser corregidas y calificadas de una manera estándar, no dependen de quién pasa la prueba y analiza los resultados. Tienen unas respuestas preestablecidas y unas tablas de puntuación realizadas a partir de la investigación en un gran número de personas.
Una prueba de este tipo es la llamada Estudio de Valores: Se basa en que toda persona se rige por seis tipos de valores: religiosos, políticos, sociales, económicos, estéticos y teóricos. Realiza una serie de preguntas de elección múltiple, y cada respuesta va asociada a un valor. Las puntuaciones totales del sujeto en cada valor se comparan con la “norma” estándar, y así se ve el predominio de unos valores u otros en la personalidad de las personas.
Existen otras pruebas objetivas que se dice que tienen una base empírica, porque parten de observaciones objetivas y no de premisas teóricas. Estas pruebas consisten en una batería de preguntas de respuesta “sí” o “no” acerca de rasgos de la conducta. Fueron realizadas a grupos de referencia y a partir de las respuestas de estos grupos se crearon escalas para cada uno de los valores analizados.
Para analizarlas, el examinador compara el cuadro de respuestas obtenido con las respuestas del grupo de referencia. Si, por ejemplo, las respuestas de un individuo se parecen a las del grupo que tiene un alto autocontrol, se dice que el sujeto lo tiene también. Estas pruebas tienen bastante validez dentro de las pruebas de personalidad, ya que obtienen datos bastante concretos acerca de los rasgos que se quieren analizar.
Pero estas pruebas tienen también las limitaciones de las otras: el examinado puede no querer colaborar y falsear las respuestas, o no ser un buen observador de sí mismo y responder erróneamente aun intentando colaborar.
Las pruebas proyectivas se basan en la creencia de Sigmund Freud de que las personas proyectan continuamente sus sentimientos, pensamientos, emociones al exterior sin darse cuenta de ello.
Este tipo de pruebas intenta recoger y analizar toda esta información. Se suele pedir al sujeto que responda a estímulos poco definidos y estructurados, como por ejemplo que relacione palabras sueltas o busque formas definidas en manchas libres de tinta. Aunque existen normas precisas de calificación de este tipo de pruebas, muchos psicólogos se basan en su experiencia e intuición para calificarlas.
Una prueba muy usual es la llamada Rorschach (por el psiquiatra suizo que la inventó), que consiste en mostrar manchas de tinta al sujeto y que éste diga qué le sugieren. Se muestran diez manchas, cinco de ellas en color y cinco en blanco y negro. Después se vuelven a mostrar las manchas, esta vez pidiendo una definición precisa de la forma, colores, sombras, que han sugerido la respuesta dada anteriormente.
Muchos examinadores afirman que un tipo de respuestas viene asociado a unos rasgos de personalidad. Por ejemplo, ver movimiento humano es señal de creatividad, inteligencia y capacidad de abstracción; abarcar toda la mancha en la respuesta es señal de capacidad para organizar, mientras que fijarse en una parte indica tendencias pedantes. Muchas respuestas breves se consideran una actitud defensiva.
Otro tipo de pruebas proyectivas consiste en completar oraciones que se dan iniciadas, del tipo: “Me gustan...”, “Me siento...”, “Regresar a casa...”, “Mi padre...”. Las respuestas se analizan de manera informal, buscando rasgos emocionales y actitudes del presente, así como marcas del pasado en el carácter.
Algunos psicólogos creen que los dibujos humanos dan también idea de la personalidad de las personas. Dibujarse pequeño es señal de inadecuación, omitir partes del cuerpo denota conflictos internos, y las líneas marcadas muestran energía y seguridad.
Las pruebas proyectivas también tienen inconvenientes. Diversos examinadores interpretan de forma diferente respuestas iguales en este tipo de pruebas. La información de que disponen los examinadores acerca del sujeto determina sus conclusiones, al tratarse de pruebas subjetivas.
Por otro lado, cada respuesta independiente a una prueba proyectiva es muy difícil de analizar, por lo que deben ser interpretadas en conjunto. Un tercer inconveniente es que la imagen o frase propuesta ejerce ya un condicionamiento sobre la respuesta dada, que no se puede evitar de ninguna manera. A pesar de ello, muchos científicos confían en la validez de estas pruebas para conocer aspectos ocultos e inconscientes de la personalidad humana.
Uno de los problemas que hemos encontrado en todos los tipos de prueba es el grado de sinceridad y colaboración del sujeto. Existen unos vicios que la gente comete a la hora de responder a tests de personalidad, y que pueden variar los resultados. Son los siguientes:
§ Contestar con la respuesta que se considera deseable.
§ Adoptar una actitud defensiva.
§ Responder basándose en un yo ideal.
§ Aceptar rasgos genéricos como auto-descriptivos.
§ Adoptar una actitud evasiva.
§ Utilizar categorías extremas en las escalas de calificación.
§ Preferir generalizaciones vagas a preguntas concretas.
§ Responder a la contra y desviando el tema.
§ Adoptar una actitud crítica con respecto a la prueba.

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